Bazar de ausencias (adelanto)
Pedro Martín Aguilar
Compartimos uno de nuestros poemas favoritos de Bazar de ausencias, el nuevo poemario de Pedro Martín Aguilar, de próxima aparición en Malabar.
Medicine-man
La depresión se convierte en Prozac;
la erección, en Viagra; la masculinidad,
en testosterona; la fertilidad, en píldora
PAUL B. PRECIADO
Soy, como todos los que se precien,
un Hombre Medicina (como todos los que no
fumamos marihuana
ni-cosas-mucho-peores). Cuando éramos
bárbaros el sol de la adultez
nos daba una lanza y una sangre. Ahora,
al envasarnos el vacío a los 18 (o desde niños,
contaminantes embrionarios), nos bautizan
los desiertos líquidos del Valium®,
las tundras voltaicas del Prozac®; dennos hoy
el Rivotril® de cada día, y perdonen nuestras ofensas
si lo combinamos con Seroquel®.
Una noche quise dejarlos, como en las películas
se tira por el caño a las amantes. El asco
doblaba el trampolín de la existencia: ¿vivir
para que unas pastillas se lleven el crédito?
Pero la noche tiene plagas de medusas,
el temor arrecifes de sequía.
En las mareas del insomnio,
bajo la luz ciega de los lavabos maritales,
el clonazepam exigió sus alimentos: mis neuronas
bien sazonadas. De la fluoxetina
también quise divorciarme: no pasé dos días
sin freírme la mollera (es lo que se siente:
interrúmpela, y un viscoso pararrayos
trepana tu cerebro). Confieso que nunca
deshonré la quetiapina, su seda magmática
acuna la hipnosis de la muerte.
En mis agujeros las ratas
roen las grajeas. La sangre
es de un blanco radiactivo, el color
que lamo antes de dormirme.
Podría sentirme indigno, podría beber
siglos de sueño y no me arrepentiría: temo
tanto a la soledad, a los fantasmas afilados
de la madrugada, que gustosamente
ofertaré mis células a la cura mortífera.
¿Qué fue antes, el Prozac® o la depresión?
¿Qué fue después, el Rivotril® o tu partida?
¿Qué es ahora, el Seroquel® o mi suicido?
No hay respuesta. Soy una píldora.
En los efectos secundarios de mi cuerpo
brilla el logo de una farmacéutica,
la fecha de caducidad que me asignaron.
Somos las píldoras que ingerimos.
Somos las 20 vidas empacadas en un blíster.
Somos los químicos que disuelven nuestras almas.
Debería rendírsele culto
a esta ingeniería: los
artefactos vivos (¿alguien duda
de que es el clonazepam el que nos sueña,
de que la quetiapina piensa por nosotros?)
han creado mi realidad. Y serán sus anatomías
las que respiren cuando me maten.
.
Pedro Martín Aguilar (Madrid, 1991).
Es poeta, narrador y doctor en Letras. Sua libros más recientes son: Paternación (Val-paraíso Ediciones, 2024), Circuito Cerrado de TeleInvasión (Buenos Aires Poetry, 2024), Palabra de la sombra (Premio de Poesía Álvaro de Tarfe 2021, Ápeiron Ediciones) y Matrioshka (Premio de Poesía Joven UNAM-SECTEI 2020, UNAM).

